El virus es un agente genético que posee una región central de
ácido nucleico, ADN o ARN
(genoma) y que está rodeado por una cubierta de proteína o cápside
y, en algunos casos, por una envoltura lipoproteica.
Los virus contienen toda la información necesaria para su ciclo reproductor;
que solamente puede ocurrir adentro de las células vivas, apoderándose
de las enzimas y de la maquinaria biosintética de sus hospedadores.
Los virus difieren entre sí por el tamaño, la forma y la composición química
de su genoma.
EL GENOMA
En algunos virus, el genoma se presenta segmentado en 8 moléculas de RNA
de cadena simple, que se asocian con moléculas de una proteína que le
confieren forma helicoidal. Los RNA genómicos asociados con la proteína
reciben el nombre de nucleocápsides. Rodeando las nucleocápsides,
existe una membrana lipoproteica a través de la cual emergen las
glucoproteínas virales de envoltura (neuroaminidasa y hemaglutinina).
CLASIFICACIÓN
A) En las primeras épocas se tenían en cuenta los siguientes factores:
- La patogenicidad;
- El órgano o tejido atacado; y
- El tipo de transmisión.
B) En el presente, merced a la microscopía electrónica, se tienen en cuenta:
- La forma o estructura; y
- El tamaño.
LA IMPORTANCIA DE LOS VIRUS
Benefician a los ecosistemas, producen alimento, antidotos contra los
microorganismos que si causan daño, y son los seres vivos mas numerosos
del mundo (miles y miles de millones por cada habitante humano).son
seleccionadores naturales, promoviendo la evolucion de las especies a
mejorar sus mecanismos de defensa. Los virus, aparte de su importancia
como agentes patógenos, tienen un gran interés en biología molecular,
para el estudio de ácidos nucleicos, ya que de ellos se pueden extraer
en gran cantidad y pureza. Es de esperar que por medio de las técnicas
investigadoras actuales se alcancen, en un futuro próximo,
descubrimientos de trascendental importancia para el conocimiento de los
virus y la manera de combatirlos. Los virus han representado
históricamente un problema muy grave para la salud de los humanos.
Después del reconocimiento de estos agentes como causantes de
enfermedad, la virología ha evolucionado muy rápido, incluso los virus
fueron de los primeros modelos para el estudio del funcionamiento del
genoma, conocimiento indispensable hoy en día para el trabajo de
investigación en ciencias biológicas. Actualmente se considera a los
virus no sólo como causantes de enfermedades sino también como agentes
muy importantes que colaboran en el mantenimiento del equilibrio
ecológico. Los virus, además de producir la disminución de poblaciones
animales o vegetales en un determinado hábitat, sirven como mediadores
en el intercambio genético entre individuos de una misma o de diferentes
especies, cooperando en la variabilidad de los organismos que son
susceptibles de ser infectados. algunas especies de virus revisten hoy
una importancia clave en la medicina porque pueden servir como vehículo
para introducir información a células con algún defecto genético o
adquirido que les permita alcanzar un funcionamiento normal. la
variabilidad de los virus se convierte en una herramienta muy útil en el
estudio de la evolución de los organismos en el nivel molecular. El
estudio de la variabilidad de los virus ha producido conocimientos en el
ámbito de la evolución, lo cual puede ser aplicado hasta cierto punto y
en diferentes formas a la generalidad de la biología. en pocos años
pueden ser de gran utilidad en el tratamiento de muchos problemas que
aquejan a los humanos, incluyendo las enfermedades causadas por los
virus mismos.
El problema por el cual siempre nos da gripe, es porque la gripe en si es un virus, y como el virus siempre se esta reestructurando para poder seguir viviendo debido a los climas y a los ambientes donde debe de vivir cambia de forma lo cual hace que el cuerpo humano lo desconosca casi siempre.
Taxonomía Biológica
viernes, 23 de noviembre de 2012
sábado, 17 de noviembre de 2012
¿Qué es la Taxonomía?
La taxonomía (del griego ταξις, taxis, "ordenamiento", y νομος, nomos, "norma" o "regla") es, en su sentido más general, la ciencia de la clasificación. Habitualmente, se emplea el término para designar a la taxonomía biológica, la ciencia de ordenar a los organismos en un sistema de clasificación compuesto por una jerarquía de taxones anidados.
La Taxonomía Biológica es una subdisciplina de la Biología Sistemática, que estudia las relaciones de parentesco entre los organismos y su historia evolutiva. Actualmente, la Taxonomía actúa después de haberse resuelto el árbol filogenético de los organismos estudiados, esto es, una vez que están resueltos los clados, o ramas evolutivas, en función de las relaciones de parentesco entre ellos.
En la actualidad existe el consenso en la comunidad científica de que la clasificación debe ser enteramente consistente con lo que se sabe de la filogenia de los taxones, ya que solo entonces dará el servicio que se espera de ella al resto de las ramas de la Biología (ver por ejemplo Soltis y Soltis 2003), pero hay escuelas dentro de la Biología Sistemática que definen con matices diferentes la manera en que la clasificación debe corresponderse con la filogenia conocida.
Más allá de la escuela que la defina, el fin último de la Taxonomía es organizar al árbol filogenético en un sistema de clasificación. Para ello, la escuela cladística (la que predomina hoy en día) convierte a los clados en taxones. Un taxón es un clado al que fue asignada una categría taxonómica, al que se otorgó un nombre en latín, del que se hizo una descripción, al que se asoció a un ejemplar "tipo", y que fue publicado en una revista científica. Cuando se hace todo esto, el taxón tiene un nombre correcto ("nombre válido" en Zoología). La Nommenclatura es la subdisciplina que se ocupa de reglamentar estos pasos, y se ocupa de que se atengan a los principios de nomenclatura. Los sistemas de clasificación que nacen como resultado, funcionan como contenedores de información por un lado, y como predictores por otro.
Una vez que está terminada la clasificación de un taxón, se extraen los caracteres diagnósticos de cada uno de sus miembros, y sobre esa base se confeccionan claves dicotomáticas de identificación, las cuales son utilizadas en la tarea de la determinación o identificación de organismos, que ubica a un organismo desconocido en un taxón conocido del sistema de clasificación dado. La Determinación o identificación es además la especialidad, dentro de la taxonomía, que se ocupa de los principios de elaboración de las claves dicotómicas y otros instrumentos dirigidos al mismo fin.
Las normas que regulan la creación de los sistemas de clasificación son en parte convenciones más o menos arbitrarias. Para comprender estas arbitrariedades (por ejemplo, la nomenclatura binominal de las especies y la uninominal de las categorías superiores a especie, o también la cantidad de categorías taxonómicas y los nombres de las mismas) es necesario estudiar la historia de la Taxonomía, que nos ha dejado como herencia los Códigos Internacionales de Nomenclatura a cuyas reglas técnicas deben atenerse los sistemas de clasificación.
La nueva crisis de biodiversidad, los avances en el análisis del ADN, y la posibilidad de intercambiar información a través de Internet, han dado un enorme impulso a esta ciencia en la década de 2000, y han generado un debate acerca de la necesidad de hacer reformas sustanciales a los Códigos, que aún se están discutiendo. Algunos ejemplos de nuevas propuestas son la "Taxonomía libre de rangos", las "marcas de ADN" y la publicación por Internet.
La Taxonomía Biológica es una subdisciplina de la Biología Sistemática, que estudia las relaciones de parentesco entre los organismos y su historia evolutiva. Actualmente, la Taxonomía actúa después de haberse resuelto el árbol filogenético de los organismos estudiados, esto es, una vez que están resueltos los clados, o ramas evolutivas, en función de las relaciones de parentesco entre ellos.
En la actualidad existe el consenso en la comunidad científica de que la clasificación debe ser enteramente consistente con lo que se sabe de la filogenia de los taxones, ya que solo entonces dará el servicio que se espera de ella al resto de las ramas de la Biología (ver por ejemplo Soltis y Soltis 2003), pero hay escuelas dentro de la Biología Sistemática que definen con matices diferentes la manera en que la clasificación debe corresponderse con la filogenia conocida.
Más allá de la escuela que la defina, el fin último de la Taxonomía es organizar al árbol filogenético en un sistema de clasificación. Para ello, la escuela cladística (la que predomina hoy en día) convierte a los clados en taxones. Un taxón es un clado al que fue asignada una categría taxonómica, al que se otorgó un nombre en latín, del que se hizo una descripción, al que se asoció a un ejemplar "tipo", y que fue publicado en una revista científica. Cuando se hace todo esto, el taxón tiene un nombre correcto ("nombre válido" en Zoología). La Nommenclatura es la subdisciplina que se ocupa de reglamentar estos pasos, y se ocupa de que se atengan a los principios de nomenclatura. Los sistemas de clasificación que nacen como resultado, funcionan como contenedores de información por un lado, y como predictores por otro.
Una vez que está terminada la clasificación de un taxón, se extraen los caracteres diagnósticos de cada uno de sus miembros, y sobre esa base se confeccionan claves dicotomáticas de identificación, las cuales son utilizadas en la tarea de la determinación o identificación de organismos, que ubica a un organismo desconocido en un taxón conocido del sistema de clasificación dado. La Determinación o identificación es además la especialidad, dentro de la taxonomía, que se ocupa de los principios de elaboración de las claves dicotómicas y otros instrumentos dirigidos al mismo fin.
Las normas que regulan la creación de los sistemas de clasificación son en parte convenciones más o menos arbitrarias. Para comprender estas arbitrariedades (por ejemplo, la nomenclatura binominal de las especies y la uninominal de las categorías superiores a especie, o también la cantidad de categorías taxonómicas y los nombres de las mismas) es necesario estudiar la historia de la Taxonomía, que nos ha dejado como herencia los Códigos Internacionales de Nomenclatura a cuyas reglas técnicas deben atenerse los sistemas de clasificación.
La nueva crisis de biodiversidad, los avances en el análisis del ADN, y la posibilidad de intercambiar información a través de Internet, han dado un enorme impulso a esta ciencia en la década de 2000, y han generado un debate acerca de la necesidad de hacer reformas sustanciales a los Códigos, que aún se están discutiendo. Algunos ejemplos de nuevas propuestas son la "Taxonomía libre de rangos", las "marcas de ADN" y la publicación por Internet.
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